Sombra

Viperino abrazo que corta mi aliento,

se enrosca en mi almohada y perturba mi sueño.

Ráfaga que cruza en un instante el cielo

y que cual una daga dibuja en mi pecho.

Pesadilla dulce, grotesco delirio,

un amor que nace y muere en un suspiro.

Guirnalda marchita de flores ajadas,

aquella que un día lució en mi ventana.

Sombra debilucha, flaca y mortecina,

la estrella que un día brilló en tus pupilas.

Te vas consumiendo en tu jaula de oro,

de luz apagada e iglesia sin coro.

Tu triste figura va hacia el horizonte,

se vuelve pequeña, y ya no corrompe…

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