¿Qué queda?

¿Qué queda de un amor de puras luces,

que dio, tan incansable, cuatro vueltas al sol,

que siendo solo espuma quería ser marea

y al fin, tras larga espera, debió decir adiós?

Quedaron los poemas que aquella primavera

nacieron en mi alma solamente por vos.

Quedaron solamente papel y algunas letras,

y un tímido reproche del tiempo que pasó.

¿Qué queda de un amor de loca fantasía

de siete lunas llenas y un cielo de pasión,

que siendo solo chispa quería ser hoguera

y el viento de una noche de un soplo la apagó?

Quedaron los poemas de invierno y de locura,

la música, el silencio y el frío del calor;

quedaron las palabras no dichas, la amargura,

y el mundo de miradas guardado en un rincón.

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